LEPTOSPIROSIS
INTRODUCCIÓN
La
leptospirosis es una enfermedad infecciosa,
de distribución universal, que se transmite de forma natural de los animales al
ser humano (zooantroponosis). Afecta a varias especies de animales domésticos y
salvajes, y los humanos se pueden infectar por contacto directo con un animal
infectado o con un medio ambiente contaminado con el germen. La infección en
humanos puede producir cuadros clínicos que van desde solo fiebre hasta la
afección de múltiples órganos, causando incluso la muerte.
La
leptospirosis es una zoonosis
que afecta a muchas especies animales salvajes y domésticas; se han descrito en
más de 160 especies. Estos animales constituyen el reservorio (es decir, que el
germen se mantiene en ellos) y son la fuente de infección para el ser humano.
Las especies salvajes más afectas son los roedores, y los animales domésticos
más afectos son los perros y el ganado bovino, equino, ovino y porcino.
Los
animales infectados eliminan leptospiras por la orina y los humanos se infectan
cuando entran en contacto con estos animales o con las aguas infectadas,
especialmente aguas estancadas y terrenos húmedos contaminados con la orina de
estos animales.
En
la persona infectada, el sistema inmunitario
produce anticuerpos frente al serotipo (categoría del microorganismo basada en
sus antígenos. Dentro de un mismo tipo de bacteria, también ocurre con las
leptospiras, puede haber diferentes serotipos o bacterias con diferentes
moléculas en su superficie; estas son las moléculas que el sistema inmunitario
detecta como antígenos ajenos al cuerpo de leptospira que ha ocasionado la
infección. Es decir, que una persona que padece y se recupera de una infección
por leptospira, aunque haya creado anticuerpos frente a esa leptospira, no está
protegida frente a posibles infecciones por otras leptospiras con otro serotipo
y, por lo tanto, la misma persona no está libre de sufrir otras leptospirosis.
ETIOPATOGENIA
Las leptospiras son espiroquetas helicoidales, móviles, espiraladas de 0,11um de ancho, y de 6 a 12um de largo, con extremos en gancho. Son aerobias y sensibles a la acción de agentes ambientales, como la alcalinidad del suelo. Con humedad y temperatura adecuada pueden vivir tres meses o mas.
Se reconocen mas de 200 serotipos, los serotipos mas frecuentes hallados en la infección humana son: Canícola; Icterohaemorrhagiae; Pomona; Autummalis; Grippotyphosa; Hebdominis; Billum y Australis.
Las causas de la leptospirosis son un tipo de
bacterias, las leptospiras o bacterias del género Leptospira, que forman
parte de la familia Leptospiraceae, que están dentro del orden de bacterias
conocido como Spirochaetales. Estas últimas agrupan diferentes bacterias que se
parecen en su morfología: son bacterias gramnegativas (es decir, que muestran
un aspecto característico con la tinción de Gram),
delgadas, con forma de hélice, y miden de 0,1 a 0,5 μm X 5 a 20 μm. El orden
Spirochaetales se subdivide en tres familias y en 13 géneros, de los cuales
solo tres producen enfermedad en el ser humano; estos tres géneros son Leptospira, Treponema y Borrelia.
Como se ha mencionado, esta clasificación
microbiológica solo atiende a las características morfológicas de las bacterias
y no al tipo de enfermedad que originan ni a la forma de adquisición de ésta.
Así, están agrupadas dentro de este orden bacterias
como, por ejemplo, la responsable de la sífilis,
el Treponema pallidum, que se transmite por contacto sexual; o las
infecciones causadas por varios tipos de Borrelia, que se transmiten a
través de garrapatas o piojos; o
las enfermedades causadas por Leptospira que se describen a
continuación.
Las leptospiras son unas bacterias delgadas y
enroscadas, con un gancho en uno o en ambos extremos. Tienen dos flagelos (como
dos hilos) que dan más longitud a la bacteria y sirven para que se mueva. Estas
bacterias se pueden cultivar en el laboratorio a partir de muestras obtenidas
de los pacientes infectados, es decir, se multiplican si se ponen en los medios
y en las condiciones en las que crecen mejor: entre 28 y 30 ºC, y en medios que
contengan vitaminas (B1 y B12), sales de amonio y ácidos
grasos de cadena larga.
En la naturaleza, las leptospiras pueden sobrevivir
bastante tiempo en el agua o en ambientes húmedos y templados, siempre que el
pH sea neutro o ligeramente alcalino (es decir, lo contrario a ácido), pero
solo se multiplican en el animal que las hospeda.
FACTORES DE RIESGO
La leptospirosis es una enfermedad profesional
asociada a trabajos en los que se entra en contacto con animales o productos
contaminados por estos, por ejemplo, les sucede a veterinarios, ganaderos,
trabajadores del campo o del alcantarillado. También, cada vez con mayor
frecuencia, se dan casos de infecciones adquiridas como consecuencia de la
práctica de actividades recreativas en zonas húmedas tropicales y
subtropicales.
Constituye un riesgo
ocupacional de los trabajadores de arrozales y de campos de caña de azúcar,
granjeros, pescadores, mineros, veterinarios, criadores de animales,
trabajadores de lecherías, rastros y alcantarillados, así como personal
militar; se presentan brotes en personas expuestas al agua dulce de ríos,
arroyos, canales o lagos contaminada por orina de animales domésticos y
silvestres, y a la orina y los tejidos de animales infectados. Es un riesgo de
las actividades recreativas para los bañistas, deportistas y personas que
acampan al aire libre en zonas contaminadas.
Predomina en los varones,
por motivos laborales. Al parecer, el riesgo va en aumento en las zonas
urbanas, en especial durante las lluvias torrenciales, cuando hay inundaciones.
Las leptospiras penetran en el ser humano a través de
una herida en
la piel, por pequeña que sea, y a través de las mucosas de los ojos y de la
nariz, desde donde pasan fácilmente a la sangre, donde se empiezan a
multiplicar, produciendo la primera fase de la enfermedad (leptospiremia o fase
febril).
SUSCEPTIBILIDAD
La susceptibilidad humana
es general; (Humanos y animales
(bovinos, equinos, caninos, porcinos) se adquiere inmunidad a una serovariedad
específica después de la infección o, a veces, de la inmunización, pero quizá
no proteja contra la infección por otra serovariedad.
RESERVORIO
Las ratas
(icterohaemorrhagie), los cerdos (pomona), el ganado bovino (hardjo), los
perros (canicola) y los mapaches (autumnalis)
Otros hospederos animales
son roedores silvestres, tejones, ciervos, ardillas, zorros, mofetas y
zarigüeyas.
MECANISMO
DE TRANSMISIÓN
Contacto de la piel,
especialmente si está excoriada, o de las mucosas con tierra húmeda o
vegetación contaminada con la orina de animales infectados, o con agua
contaminada, contacto directo con la orina o los tejidos de animales
infectados; al beber agua o ingerir alimentos contaminados con orina de
animales infectados, casi siempre ratas; también, por inhalación de líquidos
contaminados en forma de gotitas de aerosol.
PERIODO
DE INCUBACIÓN
Por lo general 10 días, con
límites de 2 a 30 días.
MANIFESTACIONES
CLÍNICAS
Se caracterizada por fiebre
de inicio súbito, cefalea, escalofríos, dolor muscular (especialmente en
miembros inferiores) y congestión conjuntival
También puede producir
otras manifestaciones clínicas tales como: fiebre difásica, meningitis,
erupciones y enantemas, anemia hemolítica, hemorragia en piel y mucosas, insuficiencia
hepatorrenal, ictericia, confusión mental y depresión, miocarditis, afección pulmonar
con o sin hemorragia (y hemoptisis).
En las zonas endémicas la
mayoría de los casos la infección es asintomática o presentan una afección
leve, lo que depende de la serovariedad infectante.
La duración de la
enfermedad puede ser hasta de 3 semanas, y muestra dos fases: a) Febril
(leptospirémica): del 4º al 9º día, y b) Convalecencia (fase inmune): del 6º al
14º días.
La insuficiencia renal,
insuficiencia cardiopulmonar y hemorragia diseminada son las complicaciones que
causan la muerte. La tasa de letalidad aumenta conforme la edad es mayor y
alcanza hasta un 20% de los pacientes con enfermedad de Weil (ictericia y
lesión renal) que no se traten con diálisis.
DIAGNOSTICO
DIFERENCIAL
Por sus manifestaciones
clínicas, es necesario hacer diagnóstico diferencial con meningitis,
encefalitis, influenza, dengue, hepatitis, fiebre tifoidea, pancreatitis y fiebre amarilla. Una
asociación de Leptospirosis y dengue ha sido ampliamente documentada en
diferentes regiones del mundo y algunas veces coincidiendo algunas veces con
desastres naturales.
PERIODO
DE TRANSMISIBILIDAD
Es rara la transmisión
directa de persona a persona.
Pueden excretarse
Leptospiras con la orina, casi siempre durante un mes, aunque se ha observado
leptospiruria en seres humanos y animales hasta por varios meses o años después
del cuadro agudo.
SÍNTOMAS Y SIGNOS
La infección se puede mostrar de tres maneras:
·
En
la mayoría de los casos, aproximadamente un 90%, se produce una enfermedad
leve, sin ictericia (coloración amarillenta de la piel y de las mucosas debida
al depósito de bilirrubina en las mismas, causada por la presencia elevada de
bilirrubina en la sangre).
·
En
algunos casos, aproximadamente un 15%, la infección pasa desapercibida infección
subclínica y solo se puede diagnosticar al analizar los anticuerpos: la persona
pasa de no tener anticuerpos frente a leptospiras a tenerlos (seroconversión).
·
En
una minoría de casos –menos del 5%–, se desarrolla una forma grave de la
enfermedad, que puede incluso causar la muerte, llamada leptospirosis ictérica
o enfermedad de Weil.
La forma típica de la leptospirosis tiene dos fases
que, a su vez, coinciden con dos fases de fiebre:
·
La primera fase o septicémica (cuando la leptospira se
puede detectar en la sangre) dura entre 4 y 7 días; después, entre los días 7 y
10, la fiebre prácticamente desaparece, y luego la fiebre reaparece en la
segunda fase o fase inmune, que puede durar entre 4 y 30 días.
A veces, estas dos fases son indistinguibles: en la
forma leve, porque la segunda fase es muy breve o no existe; y en la forma
grave, porque las dos fases, septicémica e inmune, se funden, mostrando
síntomas y signos muy graves de manera continua. Desde el punto de vista
clínico se consideran dos formas de la enfermedad causada por leptospiras: la
leptospirosis anictérica (sin ictericia) y la leptospirosis ictérica o
enfermedad de Weil.
LEPTOSPIROSIS ANICTÉRICA
En la leptospirosis anictérica, la fase febril o
leptospiremia es el estadio en el que las leptospiras están por todos los
tejidos y por ello los síntomas afectan a todo el cuerpo. Suele empezar de
repente con fiebre alta (39 ºC-40 ºC), con dolores musculares y dolor de cabeza
muy intenso. Suele haber pérdida del apetito y, a veces, se producen náuseas,
vómitos, dolor abdominal y diarrea.
En algunos pacientes hay síntomas pulmonares como dolor en el pecho, tos,
expectoración sanguinolenta y mucha dificultad para respirar (síndrome de
distrés respiratorio del adulto).
Con menor frecuencia se producen alteraciones
neurológicas como delirios, alucinaciones o parálisis de algunos nervios. Una
complicación muy poco frecuente pero muy grave es la inflamación de la vesícula
biliar sin que haya obstrucción por cálculos de la vía
biliar (colecistitis alitiásica). Un signo muy frecuente y
característico es que el paciente tiene una conjuntivitis
con los ojos rojos (por congestión e incluso hemorragia en la conjuntiva del
ojo). Esta fase suele durar de 4 a 9 días, que es cuando se producen los
anticuerpos contra la leptospira y la aparición de ésta en la orina (fase inmune
o leptospiruria).
Después de esta primera fase el 35% de los pacientes
se recupera completamente. En el resto de los pacientes, después de unos días
sin síntomas, estos reaparecen, comenzando la segunda fase de la enfermedad o
fase inmune. En ella, la fiebre, los dolores musculares y los síntomas
digestivos son más leves que en la primera fase.
En muchos pacientes (80%-90%) se produce una meningitis
aséptica, lo que significa que en el líquido cefalorraquídeo del paciente no se
detecta la bacteria, pero sí hay inflamación de las meninges; esta reacción
meníngea puede durar unos días, hasta dos semanas. Con poca frecuencia puede
haber afecciones más graves del sistema nervioso.
En esta fase puede aparecer un enrojecimiento de las piernas concretamente a
la altura de las espinillas, lo que se denomina “fiebre pretibial” y también
una miocarditis (inflamación del músculo del corazón), que en general no tiene
ninguna trascendencia.
LEPTOSPIROSIS ICTÉRICA O ENFERMEDAD DE WEIL
La otra forma clínica, la forma grave, es la
leptospirosis ictérica o enfermedad de Weil, que puede ser causada por
diferentes serotipos leptospiras con diferentes antígenos, pero la más
frecuente es la Leptospira
interrogans serotipo icterohaemorrhagie.
Comienza de manera similar a la forma leve, pero después de 4-7 días empiezan
los síntomas graves: la fiebre continua, la ictericia, las hemorragias, la insuficiencia renal,
la miocarditis, las alteraciones de conciencia, la anemia
(disminución de la cantidad de glóbulos rojos en la sangre) y la trombocitopenia
(disminución de la cantidad de plaquetas en la sangre).
La ictericia es el dato que alerta de la forma grave
de la enfermedad ya que, sin ictericia, la enfermedad no es mortal, pero con
ictericia sí puede serlo. La ictericia se acompaña de aumento del tamaño y, a
veces, dolor del hígado;
también puede haber aumento del bazo. En los pacientes con ictericia grave son
más frecuentes las alteraciones renales, el colapso cardiovascular y las
hemorragias. Estas últimas se presentan como sangrados nasales (epistaxis), de
los pulmones (hemoptisis), gastrointestinales y en la piel (lesiones
purpúricas), entre otros.
DIAGNÓSTICO
Se basa principalmente en la detección de leptospiras
o de anticuerpos frente a las leptospiras en la sangre del paciente. Durante la
primera fase, llamada leptospiremia o fase febril, se pueden detectar las
leptospiras en la sangre, en el líquido cefalorraquídeo (líquido que existe en
el interior del cerebro y
de la médula espinal) y en la mayoría de los tejidos del cuerpo.
Los anticuerpos frente a las leptospiras aparecen
varios días después de su penetración en la sangre, aproximadamente entre 5 y 7
días después, y se pueden detectar mediante técnicas de laboratorio. La
presencia de estos anticuerpos sirve para el diagnóstico de la fase inmune. A
partir de este momento, el sistema inmunitario, a
través de estos anticuerpos, lucha contra las leptospiras hasta que las
bacterias dejan de detectarse en la sangre y empiezan a eliminarse por la
orina. Este estadio se denomina fase de leptospiruria, (es
decir, leptospiras en la orina) y puede durar semanas o meses.
Como la concentración de leptospiras en la sangre, la
orina y el líquido cefalorraquídeo puede ser baja, cuando se sospecha
leptospirosis es necesario recoger varias muestras del paciente. Estas muestras
pueden cultivarse en medios especiales para leptospira y, después de
multiplicarse, se pueden ver mediante un tipo de microscopía denominada de
campo oscuro. Pero estas técnicas son complicadas y, en ocasiones, se necesita
un tiempo largo para ver el resultado. Por ello, la mayoría de los laboratorios
no tratan de cultivar las leptospiras y se centran en la detección de los
anticuerpos frente a leptospiras.
La prueba de detección de anticuerpos más usada es la
aglutinación microscópica o MAT (microscopic
agglutination test), que consiste en mezclar el suero del paciente
con leptospiras una mezcla de diferentes serotipos de leptospiras y
posteriormente se examina en el microscopio la aglutinación (debida a la
agrupación de los antígenos de la superficie de las leptospiras con los
anticuerpos del paciente). Estos anticuerpos, llamados aglutinantes, se
detectan en la sangre del paciente a partir de los días 5-7 de la enfermedad y
se siguen detectando muchos años después.
Debido a que la MAT se realiza con microorganismos
vivos, no todos los laboratorios la hacen y utilizan otras técnicas de
detección de anticuerpos como ELISA o
la aglutinación en portaobjetos, menos sensibles y específicas, que sirven para
un primer cribado; después, los casos positivos se tienen que confirmar con la
prueba MAT en un laboratorio de referencia.
Además de las pruebas que sirven para la detección de
manera indirecta (anticuerpos) o directa (microscopía) de las leptospiras, hay
otras pruebas de laboratorio que sirven para conocer las alteraciones
ocasionadas por la enfermedad. Dichas alteraciones sirven para realizar un
diagnóstico de sospecha y la evaluación de la afección de los órganos y son,
por ejemplo, la elevación de la bilirrubina conjugada en la sangre –la
ictericia es causada por el depósito de ésta en la piel y en las mucosas y está
relacionada con la afección del hígado–, las cifras de transaminasas están
elevadas pero no suelen ser superiores a cinco veces el valor normal, puede
haber muchas alteraciones bioquímicas en la orina, así como anormalidad en las
cifras de leucocitos, plaquetas y glóbulos rojos.
DIAGNÓSTICO
EPIDEMIOLÓGICO
Los verdaderos reservorios de la infección son los
animales que tienen leptospiruria prolongada y generalmente no sufren ellos la
enfermedad, siendo los múridos (ratas y ratones) ejemplos fehacientes de
albergar icterohemorragiae y rara vez sufrir lesiones.
Los perros podrían tener una importancia
epidemiológica similar debido a su estrecha relación con el hombre. Cada
serovars tiene su o sus huéspedes animales, pero cada animal puede ser huésped
de uno o varios serovars. El conocimiento de las variables relacionadas con la
adquisión de la infección en los animales tiene gran importancia para el diseño
de políticas de control a nivel local.
La vía más común es la directa, por medio del agua,
suelo y alimentos contaminados por orina de animales infectados.
La transmisión interhumana resulta rara y
excepcionalmente ha ocurrido a través del coito. Sin embargo, cuando ocurre en
una gestante puede producirse la infección fetal por la vía transplacentaria,
lo que da lugar a abortos, prematuridad, y muy raras veces a formas congénitas
de la enfermedad. El hombre es huésped accidental, y sólo en
condiciones muy especiales puede contribuir a mantener un brote epidémico.
Los grupos de mayor riesgo son los hombres jóvenes.
Las personas que trabajan con ganado están expuestas a la orina de los
animales, al igual que los trabajadores de arrozales, pues los roedores
infectan los campos. Los cañeros igualmente constituyen otro grupo de alto
riesgo, conjuntamente con los trabajadores del alcantarillado, los mineros, los
plomeros, los veterinarios, los empelados de mataderos, los militares, y en
condiciones accidentales, los bañistas, los excursionistas expuestos a agua
dulce y manipuladores de pescado.
El actual deterioro de las condiciones
higienicosanitarias debido a la difícil situación socioeconómica, unido a la
tendencia y crianza de los animales en zonas urbanas y suburbanas sin cultura
para estos cuidados, han constituido condiciones favorables para la explosión
epizoótica y epidemiológica en estas zonas.
La no identificación de estos como nuevos grupos de
riesgo, y la no inmunización de ellos, los hace más vulnerables a esta entidad
y ha originado que la morbilidad y la mortalidad se inclinen hacia jubilados,
amas de casa y otras ocupaciones que, después del cumplimiento de su jornada
laboral, se dedican a estas labores. Es sobre estos nuevos grupos de riesgo
donde se deben centrar todas las acciones educativas, la dispensarización y
aplicación de la inmunización antileptospirósica para intervenir y modificar el
cuadro epidemiológico.
DIAGNÓSTICO CLÍNICO
Es de curso bifásicoy se caracteriza por una fase
bacteriémica o septicémica que desarrolla un cuadro infeccioso agudo durante 7
a 10 días; y otra fase llamada leptospirúrica o inmune que se prolonga desde
semanas a algunos meses.
Las manifestaciones clínicas son variables y presentan
diferentes grados de severidad. La gravedad depende de las variedades
serológicas de que se trate. Numerosos casos transcurren de forma inaparente, y
en las zonas de leptospirosis endémica, la mayor parte de las infecciones no se
manifiestan por signos clínicos, o son demasiado leves como para diagnosticarse
de manera definitoria.
DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
En nuestro país el diagnóstico de laboratorio se
realiza fundamentalmente por la técnica de hemoglutinación pasiva que tiene una
sensibilidad del 92 % y una especificidad de 95%, es rápida y de bajo costo,
detectándose IgM a través de ella, lo cual permite el diagnóstico de las
infecciones recientes.
También se efectúa por la hemólisis pasiva que es más
sensible que la anterior, pero más complicada; además por la microaglutinación
que no es realizada en todos los laboratorios, pues requiere de cultivo de
leptospira.
Durante la primera fase de la enfermedad, el paciente
aún no ha elevado los títulos de anticuerpos. A partir de los 6 ó 7 días es que
comienzan a incrementarse, por lo que el diagnóstico se realiza observando las
leptospiras en sangre en los primeros 7 días, o en el líquido cefalorraquídeo
entre el 4to. y 10mo. días por microscopia del campo oscuro, tomándose las
muestras para realizar el cultivo del microorganismo que dura días o semanas.
En la segunda fase, el diagnóstico se confirma
observando la leptospira en la orina al microscopio de campo oscuro, lo que se
dificulta por la acidez de la orina en el hombre que no permite la
supervivencia del microorganismo. (Cruz Acosta Ana M. Diagnóstico de
la leptospirosis en Ciudad de La Habana.
Serológicamente se diagnostica por el suero pareado.
El primero debe ser tomado en los primeros 7 días de la infección, y la segunda
muestra a los 10 ó 15 días de la primera. Si ésta es negativa o de título bajo
y la segunda acusa un aumento apreciable de 4 veces o más por encima, el
diagnóstico es evidente.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la leptospirosis es la penicilina por vía
intravenosa. En los casos de alergia a
la penicilina se emplea otro antibiótico,
la doxiciclina, también intravenosa. También es útil el tratamiento
profiláctico con doxicilina en las personas que han tenido una exposición de
riesgo, es decir, en las que cabe la posibilidad de que se hayan infectado con
leptospiras.
La leptospirosis no suele ser mortal y el pronóstico,
en general, es bueno. Los datos de mal pronóstico son la edad avanzada y la
ictericia, la trombocitopenia y
la insuficiencia renal.
Una vez superada la enfermedad, no suele dejar, en general, ninguna lesión
residual.
El tratamiento que a continuación se señala es el
nombrado por el Programa Nacional de Control de la Leptospirosis Humana.
Siempre se indicará de inmediato, y en correspondencia al estado que presente
el caso en el momento de su ingreso.
Esquema de
tratamiento de casos graves:
En adultos: Administrar en
las primeras 72h, 10 millones de UI de penicilina cristalina por vía EV en
dosis fraccionadas cada 4 ó 6 h.
Continuar posteriormente con penicilina rapilenta 1
millón de UI por vía IM cada 6 h durante 7 días.
En niños: Se seguirá
igual esquema que en adultos, pero utilizando solamente 50 000 a 10 000 UI de
penicilina cristalina.
Esquema de
tratamiento para casos benignos:
En adultos: Admistrar 1
millón de penicilina cristalina cada 6h durante las primeras 72h y continuar
posteriormente con 1 millón de UI de penicilina rapilenta cada 12h durante 7
días.
En niños: Se aplicará el
mismo esquema y las mismas dosis establecidas para casos graves.
Esquema para
cada caso de alergia a la penicilina:
En adultos: Se administran
500 g de tetraciclina por vía oral cada 6h durante 7 días.
En niños mayores de 7 años: Se
indicará de igual forma que en adultos, pero a razón de 25 a 40 mg/kg de peso.
También se
utilizarán otros tratamientos:
Doxicilina 100 mg por vía oral 2 veces al día durante
7 días.
Cefalosporina 1g por vía EV cada 4h durante las
primeras 72h, y continuar posteriormente con 1 g diario por vía IM durante 7
días.
Embarazadas: Amoxicilina
500 mg VO cada 6 horas. Claritromicina 500 mg cada 12 horas
No usar Doxiciclina
Todos los regímenes usados
serán por 7 días
Quimioprofilaxis
Se usara únicamente si la
investigación epidemiológica evidencia una fuerte exposición a una fuente común
para Leptospirosis
Doxiciclina 200 mg VO 1 vez
por semana por 2 semanas
MANEJO
HOSPITALARIO
Medidas generales:
Control de signos vitales y
oximetría
Balance hídrico y diuresis
Hidratación
Administración de terapia
antibiótica y acetamínofen
Hemograma
Pruebas de función renal,
hepática y de coagulación
Punción lumbar si hay
signos meníngeos
Rayos X
Electrocardiograma
Toma de muestras para
confirmación diagnóstica (ELISA - MAT y PCR)
PREVENCIÓN
En cuanto a la prevención de la leptospirosis, en
general, la erradicación de esta enfermedad es difícil, debido a que está
bastante extendida en los animales domésticos y salvajes. Pero la vacunación de
las mascotas y del ganado sí reduce la incidencia de la leptospirosis en estos
animales, lo que resulta en una reducción del riesgo que corren los humanos
próximos a ellos.
Acciones como el control sanitario de animales
importados, el drenaje de los terrenos, las medidas de protección individual en
el campo, la mecanización de la siega, junto con la construcción de establos y
edificios a prueba de roedores, reducen la incidencia de leptospirosis en los
seres humanos.
PROMOCION
DE LA SALUD
Las acciones de promoción
de la salud deben realizarse en todos los ámbitos y estar apoyadas en las
siguientes estrategias:
a) educación en salud,
b). comunicación en salud
c)
Organización comunitaria y participación social.
El equipo
multidisciplinario de los establecimientos que conforman el
Consultorio Medico Popular deben realizar actividades de educación para la salud de forma continua y permanente, basado principalmente en los modelos educativos siguiente:
Consultorio Medico Popular deben realizar actividades de educación para la salud de forma continua y permanente, basado principalmente en los modelos educativos siguiente:
“Patio Limpio”,
“Negociación de Prácticas
Mejoradas”
“La Casa del Agua
Saludable”,
“Estrategia Educativa
Comunicación para el Impacto Conductual”
“Seguridad en sí mismo
Asociación con otros, Reacción con ingenio, Acción y Reflexión”
Información, educación y
comunicación
Acciones
educativas ante la sospecha o confirmación de caso.
Los equipos
multidisciplinario de los CMP, deben desarrollar actividades educativas sobre
la enfermedad en particular, las medidas preventivas sobre los mecanismos de
transmisión, medidas de protección y control del vector responsable de la
enfermedad; dichas acciones deben incluir a la persona, familia y comunidad.
Organización
comunitaria.
Los establecimientos de
salud con sus respectivas redes integrales e integradas deben conformar a nivel
comunitario comités de salud y coordinar de forma permanente acciones de
promoción, prevención, vigilancia y control de la enfermedad
Participación
social
Los equipos
multidisciplinario de los CMP, deben realizar permanentemente acciones de
promoción de la salud y abordar las enfermedades transmitidas por vectores en
coordinación con instituciones públicas y privadas, gobiernos locales, la
comunidad y otros actores sociales.
Diseño
y Elaboración de material educativo.
El diseño y elaboración de
los mensajes escritos, televisivos, radiales, ilustraciones y audiovisuales
relacionados con la enfermedad