ZIKA
INTRODUCCION
Ante la expansión de la transmisión del Zika
virus en la Región de las Américas, es imperante que
establezcan y mantengan la capacidad para
detectar y confirmar casos de infección por virus Zika, preparar a los
servicios de salud ante una eventual carga adicional en todos los niveles de
atención sanitaria, e implementar una efectiva estrategia de comunicación
pública para reducir la presencia del mosquito transmisor en especial en las
áreas en las que está presente el vector.
Desde
el año 2014 se ha detectado la circulación autóctona de virus Zika (ZIKV) en
las Américas. En efecto, en febrero de 2014 las autoridades de salud pública de
Chile confirmaron el primer caso de transmisión autóctona de infección por
virus Zika en la isla de Pascua (Chile)1. La presencia del virus se reportó hasta junio de ese
mismo año.
Posteriormente,
en mayo de 2015, las autoridades de salud pública de Brasil confirmaron la
transmisión autóctona de virus Zika en el nordeste del país. Recientemente las
autoridades de salud de Colombia notificaron la detección del primer caso
autóctono de infección por Zika virus en el departameto de Bolívar.
En la actualidad tenemos confirmaron la transmisión autóctona de virus Zika en la regiones
del Zulia que se ha extendido a muchs estados de Venezuela.
Los últimos brotes de fiebre por ZIKV en distintas
regiones del mundo, demuestran la potencialidad de este arbovirus para
propagarse por los territorios en los que existen vectores para este virus (Aedes).
El Virus Zika
Es una enfermedad febril eruptiva producida por el virus del Zika –ZIKAV.
Hace parte de la familia de los Flavivirus, género Flaviviridae, Virus RNA
(+), es muy cercano filogenéticamente a virus como el dengue, fiebre amarilla,
la encefalitis japonesa, o el virus del Nilo Occidental.
Se transmite por la picadura de
mosquitos hembras del Aedes aegypti que en su interior
llevan este el
virus.
Para que sea afectiva la transmisión de la enfermedad, tienen que estar presentes de forma simultánea el virus, el vector y el huésped susceptible.
Este mosquito es el mismo que trasmite el dengue y
el chikunguña. Habita en los domicilios y peridomicilios en zonas ubicadas por
debajo de los 2.200 msnm.
El virus se transmite por mosquitos del género Aedes,
por lo que también se engloba dentro de los Arbovirus, el virus en
primer lugar infecta células (en concreto, las dendríticas) cerca del sitio de
la inoculación; luego se extiende a los ganglios linfáticos y a la sangre. El
virus se replica dentro de las células en el citoplasma, aunque también se han
encontrado componentes del virus dentro del núcleo de las células.
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Además de la transmisión por la picadura de los
mosquitos en zonas tropicales con presencia del virus, podría producirse la transmisión
perinatal transplacentaria o durante el parto, si la
madre está infectada y tiene presencia del virus en la sangre en ese momento.
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La transmisión de la infección por transfusiones
de sangre podría ser teóricamente posible. En el brote de Zika que se
produjo en la Polinesa Francesa entre noviembre de 2013 y febrero de 2014 se
encontró virus Zika en la sangre del 3% de los donantes analizados, aun estando
asintomáticos.
-
Por último, en el 2011 se describió un posible
caso de transmisión sexual del virus Zika. En otro paciente se
llegó a aislar el virus en el semen hasta dos semanas después de haberse
recuperado de los síntomas de la infección. En el brote actual de América
del Sur especificamente Brasi,
Colombia y Venezuela se confirmaron casos de probable
transmisión sexual.
Los tres últimos
modos posibles de transmisión son muy raros. Lo habitual es que la infección se
adquiera por la picadura de un mosquito portador del virus en algunas zonas
tropicales de África, Asia, Pacífico, Brasil, Colombia
y Venezuela.
• Presenta una evolución benigna,
• Los Síntomas aparecen 3 a 12 días después de ser picado
por el mosquito
• La infección también puede cursar de forma asintomática. 1 de cada 5
personas infectadas con el virus Zika presenta síntomas.
SÍNTOMAS
• Fiebre, que puede ser no muy
alta.
• Ojos rojos sin secreción y sin
picazón.
• Erupción cutánea con manchas blancas o rojas
• Dolor de cabeza, dolor en el cuerpo y articulaciones,
prurito (rasquiña), rash (brote), edema (hinchazón) en extremidades inferiores.
• MENOS FRECUENTE: dolor en las articulaciones y
dolores musculares, dolor espalda. falta de apetito, vómito, diarrea y dolor abdominal.
Las manifestaciones clínicas
graves son muy poco frecuentes comprenden alteraciones del sistema neurológico e inmunológico.
Caso
sospechoso:
Paciente que
presenta exantema o elevación de temperatura corporal axilar (>37,2 ºC) y
uno o más de los siguientes síntomas (que no se explican por otras condiciones
médicas):
- Artralgias o
mialgias
- Conjuntivitis
no purulenta o hiperemia conjuntival
- Cefalea o
malestar general
Caso
confirmado:
Caso
sospechoso con pruebas de laboratorio positivas para la detección específica de
virus Zika (ver algoritmo de laboratorio).
Detección
en el laboratorio
En
los primeros 5 días tras el establecimiento del cuadro clínico (fase aguda,
período virémico) se puede lograr la detección del RNA viral a partir de suero
y mediante técnicas moleculares (RT-PCR tiempo real). La detección por PCR para
dengue como principal diagnóstico diferencial debería ser negativa. También
podría utilizarse un ensayo genérico frente a flavivirus, seguido de
secuenciación genética para establecer la etiología específica.
Ante
un cuadro clínico sugestivo de la infección, y en donde sea descartado dengue
se deberían realizar pruebas para otros flavivirus, incluido el virus Zika.
Los
test serológicos (ELISA o neutralización) específicos para detectar IgM o IgG
frente a virus Zika pueden ser positivos a partir del día 5-6 tras el
establecimiento del cuadro clínico. Es preciso evidenciar aumento del título de
anticuerpos en muestras pareadas, con un intervalo de una a dos semanas. Se
recomienda la confirmación de los resultados positivos con el PRNT (test de
neutralización mediante reducción en placa) evidenciando al menos un aumento de
cuatro veces del título de anticuerpos neutralizantes frente a virus Zika. A
veces puede haber reactividad cruzada
con otros flavivirus, sobre todo con el dengue, y en menor proporción con
fiebre amarilla o virus del Nilo Occidental. Esto puede hacer que se vea un
aumento de cuatro veces o más del título de anticuerpos neutralizantes contra
el dengue, en un paciente con infección por virus Zika, sobre todo si tuvo
previamente infección por dengue. Debido a esta reactividad cruzada entre
flavivirus los resultados de la serología deben interpretarse con cuidado.
Manejo
clínico
No
existe un tratamiento antiviral específico para la infección por virus Zika. Se
recomienda el tratamiento sintomático tras excluir enfermedades más graves
tales como la malaria, el dengue o infecciones bacterianas.
Es
importante diferenciar la infección por virus Zika de la producida por el
dengue, debido a la posible evolución de este último hacia formas más severas
de la enfermedad. Pueden darse casos de co-infección por virus Zika y dengue en
el mismo paciente. En comparación con el dengue, la infección por virus Zika
ocasiona una clínica más leve, el inicio de la fiebre es más agudo y su
duración más corta; y no se han observado casos de choque o hemorragia grave.
Dado
que los brotes por virus Zika podrían ocasionar una carga adicional en todos
los niveles del sistema de atención sanitaria, es necesario desarrollar e
implementar protocolos y planes bien establecidos de cribado y atención a los
pacientes.
Tratamiento
No hay vacuna ni tratamiento específico para la fiebre por virus Zika. Por ello
el tratamiento se dirige al alivio de los síntomas.
El tratamiento sintomático y de soporte incluye reposo y el uso de acetaminofén
o paracetamol para el alivio de la fiebre. También se pueden administrar
antihistamínicos para controlar el prurito asociado habitualmente a la erupción
maculopapular.
No se aconseja el uso de aspirina debido al riesgo de sangrado y el riesgo de
desarrollar síndrome de Reye en niños menores de 12 años de edad. Tampoco se
aconseja el uso de otros antiinflamatorios no esteroideos, por si la causa del
cuadro clínico fuera dengue o chiikungunya (patologías en las que está
contraindicado el uso de AINES).
Se debe aconsejar a los pacientes ingerir abundantes cantidades de líquidos
para reponer la depleción por sudoración, vómitos y otras pérdidas insensibles.
La
vigilancia de fiebre por virus Zika debe desarrollarse a partir de la
vigilancia existente para el dengue y chikungunya, teniendo en cuenta las
diferencias en la presentación clínica. Según corresponda a la situación
epidemiológica del país, la vigilancia debe estar orientada a (i) detectar la
introducción del virus Zika en un área, (ii) monitorear la dispersión de la
fiebre por virus Zika una vez introducida y (iii) vigilar la aparición de
complicaciones neurológicas y autoinmunes.
En
aquellos países sin casos autóctonos de infección por virus Zika se recomienda:
Fortalecer la vigilancia basada en eventos a fin de detectar los primeros
casos. En base a la experiencia de Brasil y Colombia, habrá que estar atentos a
la aparición de conglomerados de enfermedad febril exantemática de causa
desconocida (en la que se ha descartado infección por dengue, chikungunya,
sarampión, rubeola, parvovirus B19) y realizar pruebas para la detección de
virus Zika.
Se
debe tener en cuenta la posible reactividad cruzada con el dengue en las
pruebas serológicas, sobre todo si ha habido infección previa por dengue. La
detección temprana permitirá la identificación de las cepas virales
circulantes, la caracterización adecuada del brote y la implementación de una
respuesta proporcionada.
Aislamiento de los pacientes
Para evitar la
transmisión a otras personas debe evitarse el contacto del paciente infectado
por el virus Zika con mosquitos del género Aedes, al menos durante la
primera semana de la enfermedad (fase virémica). Se recomienda la
utilización de mosquiteros que pueden o no ser impregnados con insecticida o
permanecer en un lugar protegido con mallas antimosquitos. El personal
sanitario que atienda a pacientes infectados por virus Zika debe protegerse de
las picaduras utilizando repelentes (IR3535 o Icaridina), así como vistiendo
manga y pantalón largos.
Medidas de
prevención y control
Dentro de las medidas de
prevención y control, aquellas que están orientadas a la reducción de la
densidad del vector son fundamentales, y si son efectivas, pueden lograr
detener la transmisión.
• Para la reducción y eliminación de los criaderos en el intradomicilio y
peridomicilio, o sitios como escuelas, hospitales o clínicas, cárceles,
iglesias, etc.
Una
Estrategia de Gestión Integrada para la prevención y control del dengue
(EGI-Dengue) bien articulada brinda las bases para una preparación adecuada
frente al virus Zika. En la situación actual recomendamos que se intensifiquen
las acciones integrales de prevención y control de las EGI-dengue sobre todo
aquellas que apuntan a la:
Participación y colaboración intersectorial, en todos los niveles del gobierno
y de los organismos de salud, educación, medio ambiente, desarrollo social y
turismo.
Participación de organizaciones no gubernamentales (ONGs) y organizaciones
privadas; al mismo tiempo que debe mantener la comunicación y buscar la
participación de toda la comunidad.
El
control del mosquito es la única medida que puede lograr la interrupción de la
transmisión de los virus transmitidos por vectores, tales como dengue, Zika y
chikungunya. Por la importancia que reviste el control del vector se detallan a
continuación los elementos claves que deben orientar la respuesta.
Manejo
integrado de vectores (MIV)
Un
control efectivo y operativo del vector transmisor de dengue y chikungunya,
brinda las bases técnicas y operacionales para una preparación adecuada frente
al virus Zika, debido a que estos virus pueden ser transmitidos por el mismo
mosquito, el Aedes. Por ello, se recomienda utilizar e intensificar las
acciones para la vigilancia y control vectorial desarrolladas para el dengue y
chikugunya en el componente de MIV.
Para
asegurar el éxito, es importante contar con la participación y colaboración
intersectorial, en todos los niveles del gobierno y del sector salud,
educación, medio ambiente, desarrollo social y turismo, entre otros. El manejo
integrado de vectores también se apoya en la participación de ONG y
organizaciones privadas; y debe mantener la comunicación y buscar la
participación de toda la comunidad. Es importante ofrecer información clara y
de calidad acerca de esas enfermedades a través de los medios de comunicación.
Dada
la alta infestación por Ae. aegypti y la presencia del Ae. albopictus
en la Región, se recomienda que las medidas de prevención y control sean
orientadas a reducir la densidad del vector, con la aceptación y colaboración
de la población local en la adopción de dichas medidas.
Por
ello las autoridades deberían:
Fortalecer las acciones de ordenamiento ambiental, principalmente la
eliminación de criaderos del vector en cada domicilio y en áreas comunes de los
barrios y ciudades (parques, escuelas, cementerios, etc.).
Organizar campañas de saneamiento intensivo para la eliminación de criaderos en
zonas específicas donde se haya interrumpido la recolección regular de basura.
Aplicar medidas para el control de criaderos con la utilización de métodos
físicos, biológicos y químicos, en las que participen activamente la familia y
la comunidad.
Determinar las zonas de alto riesgo de transmisión (estratificación de riesgo)
y dar prioridad a aquellas donde existan concentraciones de personas (escuelas,
terminales de transporte, hospitales, centros de salud, etc.). En esas
instalaciones deberá eliminarse la presencia del mosquito en un radio de al
menos 400 metros a la redonda.
En zonas donde se detecte
transmisión activa o casos importados de dengue, chikungunya o virus Zika, se
sugiere utilizar tratamiento adulticida (principalmente a través de
fumigación), para eliminar los mosquitos adultos infectados y cortar la
transmisión. Esta es una medida de carácter excepcional y solo es eficaz cuando
la aplica personal debidamente capacitado y con las orientaciones técnicas
internacionalmente aceptadas; este trabajo se llevará a cabo con otras medidas,
como las descritas anteriormente. La fumigación es la principal intervención
para interrumpir la transmisión y permite ganar tiempo para consolidar las
actividades de eliminación de criaderos de larvas.
Elegir el insecticida apropiado
(siguiendo las recomendaciones de OPS/OMS), verificar su etiqueta y formulación
y tener en cuenta la susceptibilidad de las poblaciones de mosquito a ese
insecticida.
Mantener el equipo de
fumigación en buen funcionamiento y utilizarlo adecuadamente y contar con
reserva de insecticidas.
Garantizar la supervisión
(control de calidad) del trabajo de campo de los operarios, tanto durante el
tratamiento antilarvario como en el de mosquitos adultos (fumigación).
La aplicación integral
(simultánea o coordinada) de las medidas de control del vector en espacio y
tiempo (control adulticida y larvario, por personal entrenado, aunado a las
acciones de saneamiento y el impulso de las acciones comunitarias), es esencial
para lograr un impacto mayor y en el menor tiempo posible.
Es más que importante que el
personal involucrado en las acciones de control químico utilice, sin
excepciones, el equipo de protección personal apropiado para esta actividad. Es
responsabilidad de los programas de control de vectores suministrar estos
equipos a su personal, hacer auditoria de su uso, y tener reservas suficientes
almacenadas en condiciones apropiadas.
Medidas de prevención
personal
Es importante reducir al mínimo
el contacto del vector con los pacientes infectados con dengue, chikungunya o
virus Zika. La aplicación de esta medida ayuda prevenir la diseminación del
virus y por ende de la enfermedad. Es necesario educar al paciente, a otros
miembros del hogar y a la comunidad acerca del riesgo de transmisión y las
medidas para disminuir la población de vectores y el contacto entre el vector y
las personas.
Se reiteran a continuación las
siguientes medidas para reducir al mínimo el contacto del vector con los
pacientes:
El paciente debe descansar bajo
mosquiteros, ya sea impregnados con insecticida o no.
El paciente, así como otros
miembros del hogar, deberán usar ropa que cubra las extremidades.
Los repelentes que contienen
Icaridina (DEET o IR3535) se pueden aplicar a la piel expuesta o la ropa de
vestir y debe usarse de conformidad estricta con las instrucciones de la
etiqueta del producto.
Emplear alambre-malla en
puertas y ventanas.
Realizar actividades como:
• Cepillado y lavado de paredes de los tanques de
almacenamiento de agua para consumo humano con cloro para eliminar los huevos
del mosquito.
• Limpieza de patios mediante recolección de basuras
o residuos sólidos que puedan acumular agua lluvia.
• Tapar adecuadamente tanques de almacenamiento de
agua para consumo humano.
• Para evitar el contacto con los mosquitos, siga
estas recomendaciones:
• Use ropa que cubra la máxima superficie posible de
piel.
• Aplique repelentes de mosquitos en la piel expuesta
y en la ropa, siguiendo sus instrucciones de uso.
• Utilice mosquiteros o toldillos para proteger a los niños, ancianos y
enfermos, o cualquier otra persona que repose durante el día.