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martes, 25 de julio de 2017

DIFTERIA



DIFTERIA


INTRODUCCIÓN:
Corynebacterium diphtheriae
El germen responsable de la infección es el Corynebacterium diphtheriae, bacilo aerobio gram-positivo, con los biotipos gravis, mitis e intermedius, cuyo poder patogénico es debido a una sustancia extracelular (exotoxina) producida por dicho germen. Para que una cepa sea toxigénica debe estar infectada por un particular virus-bacteria, el bacteriófago, que contiene el gen tox. La introducción de una cepa toxigénica de C. diphtheriae en una comunidad puede iniciar un brote de difteria al transferir el bacteriófago a cepas no toxigénicas en el tracto respiratorio de sus habitantes.
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Durante el año 2015, cinco países notificaron casos de difteria:
Brasil (12 casos),
Canadá (3 casos),
Guatemala (1 caso),
Haití (32 casos) y
República Dominicana (1 caso). 

Actualmente en el primer semestre del 2.017 tres países en las Américas han notificado casos de difteria: Haití, República Dominicana y la República Bolivariana de Venezuela.

El principal modo de transmisión:
Es por vía aérea, a través de gotitas respiratorias, por contacto con un paciente o portador y, en el caso de la difteria cutánea, por contacto con artículos contaminados con las secreciones de las personas infectadas. Generalmente se requiere un contacto cerrado con el caso o portador, para que la transmisión ocurra. Los fómites pueden jugar un papel en la transmisión y se han producido epidemias por leche contaminada.
El hombre es el único reservorio del C. diphtheriae
El estado de portador asintomático es importante para perpetuar la difteria endémica o epidémica. La inmunización disminuye la probabilidad de que un individuo sea portador.
El período de incubación:
Es de 2 a 5 días; ocasionalmente puede ser más largo.
El período de transmisibilidad:
Es variable. Pacientes no tratados son infecciosos durante 2-3 semanas.
Los portadores crónicos, que son raros, pueden expulsar microorganismos durante 6 meses o más.
En las zonas templadas, la difteria generalmente ocurre en los meses fríos (invierno y primavera).

SINTOMAS
La infección inicia entre el 1 y 5 días después de la exposición a las bacterias.
Los principales síntomas suelen ser tos, inflamación en la garganta y dolor al tragar, pero en poco tiempo se pueden presentar:
Temperatura elevada (fiebre).
Dolor de cabeza.
Escalofrío.
Pulso acelerado.
Náuseas y vómito.
Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.
Mucosidad en la nariz (a veces con sangre) que con frecuencia afecta sólo a una fosa nasal.
Inflamación de la garganta y caja de la voz (laringe) que puede ocasionar ronquera y dificultar para respirar.


Las formas de presentación más frecuentes de la difteria son:
Difteria respiratoria

La mayor parte de los pacientes con difteria respiratoria comienzan con dolor de garganta, fiebre menor de 38 °C, malestar general, dificultad al tragar, pérdida de apetito y ronquera si se afecta la laringe. La faringe aparece enrojecida y a los 2 ó 3 días pueden aparecer placas grisáceas y blanquecinas que van aumentando de tamaño para formar falsas membranas (pseudomembranas) duras, de color gris, que se adhieren sobre todo a faringe, amígdalas, laringe y/o nariz. Si se extienden pueden afectar también a la tráquea. La afectación de la nariz puede ser leve o moderada y puede producir sangrado con las secreciones nasales. A diferencia de las “placas” que se forman en las amígdalas o en la faringe como consecuencia de otras infecciones, las falsas membranas de la difteria están fuertemente adheridas a estas zonas y al intentar quitarlas se puede producir sangrado. En los casos graves se observan ganglios (adenopatías) e inflamación de la parte delantera del cuello, lo que puede producir el aspecto de “cuello de toro”. La inflamación del cuello y la dificultad respiratoria son signos de mal pronóstico.
Difteria cutánea

Generalmente se debe a una infección de una lesión previa de la piel (herida, eczema, o psoriasis) por Corynebacterum diphteriae. En el trópico es más frecuente que la difteria respiratoria. El paciente suele acudir al médico por presentar úlceras con una base grisácea que no terminan de cicatrizar, sobre todo en las extremidades. Las lesiones no suelen exceder los 5 cm.


COMPLICACIONES
Aumento de la extensión de las falsas membranas, lo que produce una obstrucción de las vías aéreas. Los niños son especialmente susceptibles debido al pequeño tamaño de sus vías aéreas. Esta obstrucción puede producir dificultad respiratoria grave.
Diseminación de la toxina diftérica a través de la sangre.
Inflamación del corazón (miocarditis), es la complicación más frecuente y es proporcional a la gravedad de la enfermedad local. Es un signo de mal pronóstico.
Afectación del sistema nervioso. Sucede en el 5 % de los pacientes, sobre todo en los casos graves de difteria. Puede producir parálisis de alguna zona de la garganta (del paladar blando o de la faringe), parálisis de los nervios craneales (afectando a la movilidad de los ojos, de la cara o parálisis de la laringe) o parálisis de otros nervios del cuerpo.
Afectación del riñón.

DIAGNOSTICO
Se  basa en la sintomatología y requiere el cultivo de la bacteria en muestras tomadas de la faringe o de la nariz por medio de un bastoncillo de algodón. El diagnóstico puede llevar varios días, lo que tarda en crecer la bacteria en el cultivo.

PRONÓSTICO
La recuperación de la difteria es lenta. La muerte se produce fundamentalmente en personas no vacunadas.
La difteria cutánea tiene una tasa pequeña de mortalidad y es raro que se asocie a complicaciones como la miocarditis o neuropatía periférica.


Los factores de riesgo para desarrollar una difteria grave son:

Difteria con “cuello de toro”.
Miocarditis con afectación del ritmo cardiaco.
Edad superior a 60 años o inferior a 6 meses.
Alcoholismo.
Presencia de membranas de gran tamaño.
Afectación de laringe, tráquea y/ o bronquios.
Que el tiempo transcurrido entre el comienzo de la enfermedad y la administración de la antitoxina sea demasiado largo.

TRATAMIENTO
Los pacientes con difteria respiratoria deben ser hospitalizados para controlar la respuesta al tratamiento y vigilar las posibles complicaciones. El tratamiento consiste en:
Administración de antitoxina diftérica.

Se administra para neutralizar la toxina producida por la bacteria. Su administración temprana es prioritaria en el manejo de la enfermedad respiratoria; disminuye tanto su extensión como el riesgo de desarrollar complicaciones y la mortalidad. Debe ser administrada en cuanto se obtengan muestras para cultivar, sin esperar a los resultados del laboratorio.

Las dosis de antitoxina recomendadas por la O.M.S, para los distintos tipos de difteria son:
D. Nasal....................................... 10.000 - 20.000 u.(im.).
D. Tonsilar.................................... 15.000 - 25.000 u.(im. o iv.).
D. Faríngea o Laríngea ............... 20.000 - 40.000 u.(im. o iv.).
Tipos mixtos o Dco.tardío............ 40.000 - 60.000 u.(iv.).
Difteria severa ............................. 40.000 - 100.000 u (iv, o parte iv y parte im)

Si se desarrolla una anafilaxis aguda, se administrará inmediatamente por vía intravenosa epinefrina (0.2-0.5 ml de 1:1000 solución).


Tratamiento antibiótico.
Los antibióticos se utilizan para disminuir el contagio, para eliminar al Corynebacterum diphteriae y para evitar la formación continuada de toxina diftérica.
La difteria cutánea requiere tratamiento antibiótico, si bien es también primordial tratar la enfermedad cutánea inicial.
Los portadores de Corynebacterum diphteriae deben recibir tratamiento antibiótico ya que la vacunación no previene el estado de portador.



El tratamiento antibiótico es necesario para eliminar el microorganismo y prevenir su difusión, pero no es sustituto de la antitoxina.
El antibiótico de elección es la eritromicina o penicilina. Las dosis recomendadas son:
Penicilina, preferiblemente penicilina G procaína: 25.000 a 50.000 u/Kg y día para niños y 1.200.000 u/día para adultos, dividido en dos dosis, o
Eritromicina parenteral: 40-50 mg/Kg/día con un máximo de 2 g/día.
El tratamiento con penicilina G procaína debe mantenerse hasta que el paciente pueda tragar bien.
Después puede ser sustituido por Eritromicina, las mismas dosis repartidas en cuatro veces, o penicilina oral (125-250 mg en cuatro tomas). El tratamiento antibiótico deberá continuarse durante 14 días.


Quimioprofilaxis para los contactos es:
– Una sola dosis de penicilina benzatina intramuscular (600.000 u. para niños <6 años y 1.200.000 u  y  para >6 años), 

Eritromicina (40 mg/Kg/día para niños y 1 g/día para adultos), es una alternativa aceptable pero no recomendada ya que no suele completarse el tratamiento.


PREVENCION:
La vacunación es la única medida de control eficaz, a través de un programa de inmunización infantil, que logre y mantenga un alto nivel de inmunidad en la población. Deberá alcanzarse, a nivel local y nacional, las coberturas de vacunación recomendadas por la OMS para tratar de eliminar la enfermedad que han sido estimadas en un nivel mínimo de inmunidad, para niños, del 90% y para adultos del 75%. Se aconsejan estudios serológicos periódicos, especialmente en adultos, ya que su inmunidad no ha sido reforzada por la inmunidad natural.Se administra combinada con la del tétanos y la de la tos ferina.


El Calendario Vacunal según la O.M.S. recomienda vacunar a los 2, 4, 6 y 15-18 meses, con dosis de refuerzo a los 4-6 años y a los 11-14 años (6 dosis en total).

La vacuna puede combinarse con:
DTPa: Difteria, tétanos y tos ferina.
Tdpa: Difteria, tétanos y tos ferina presentadas con menor dosis para difteria y tos ferina. Se utiliza como dosis de refuerzo.
Td: Tétanos y difteria. Se utiliza como dosis de refuerzo.

La protección que se adquiere con la vacuna de la difteria no dura toda la vida, solo 10 años. Por eso algunos organismos internacionales recomiendan administrar una dosis de refuerzo cada 10 años tras completar la vacunación habitual.

Los principios básicos de control ante una situación epidémica de difteria son:
– Alcanzar un nivel de cobertura de vacunación alto, en la población afectada.
– Rápido diagnóstico y tratamiento de los casos.
– Rápida investigación y tratamiento de los contactos.
– Se revisarán y cumplirán los objetivos de cobertura de vacunación adoptados por la O.M.S. para la eliminación de la enfermedad y descritos anteriormente. Además, se implantarán programas de inmunización de adultos mayores de 25 años, utilizando vacuna que contenga toxoide diftérico, preferiblemente Td, en personas que se consideren grupos de alto riesgo como: personal sanitario, personal de las fuerzas armadas, empleados de servicios públicos que requiera frecuente
contacto con el público, maestros, vagabundos y alcohólicos. Si la situación epidemiológica
lo requiriera, toda la población adulta se incluiría en los programas de inmunización.

domingo, 10 de enero de 2016

ZIKA VIRUS


ZIKA



INTRODUCCION

Ante la expansión de la transmisión del Zika virus en la Región de las Américas, es imperante que
establezcan y mantengan la capacidad para detectar y confirmar casos de infección por virus Zika, preparar a los servicios de salud ante una eventual carga adicional en todos los niveles de atención sanitaria, e implementar una efectiva estrategia de comunicación pública para reducir la presencia del mosquito transmisor en especial en las áreas en las que está presente el vector.

Desde el año 2014 se ha detectado la circulación autóctona de virus Zika (ZIKV) en las Américas. En efecto, en febrero de 2014 las autoridades de salud pública de Chile confirmaron el primer caso de transmisión autóctona de infección por virus Zika en la isla de Pascua (Chile)1. La presencia del virus se reportó hasta junio de ese mismo año.
Posteriormente, en mayo de 2015, las autoridades de salud pública de Brasil confirmaron la transmisión autóctona de virus Zika en el nordeste del país. Recientemente las autoridades de salud de Colombia notificaron la detección del primer caso autóctono de infección por Zika virus en el departameto de Bolívar.

En la actualidad tenemos confirmaron la transmisión autóctona de virus Zika en la regiones del Zulia que se ha extendido a muchs estados de Venezuela.

Los últimos brotes de fiebre por ZIKV en distintas regiones del mundo, demuestran la potencialidad de este arbovirus para propagarse por los territorios en los que existen vectores para este virus (Aedes).

El Virus Zika 
Es una enfermedad febril eruptiva producida por el virus del Zika –ZIKAV.
Hace parte de la familia de los Flavivirus, género Flaviviridae, Virus RNA (+), es muy cercano filogenéticamente a virus como el dengue, fiebre amarilla, la encefalitis japonesa, o el virus del Nilo Occidental.

Se transmite por la picadura de mosquitos hembras del Aedes aegypti que en su interior
llevan este el virus.
Para que sea afectiva la transmisión de la enfermedad, tienen que estar  presentes de forma simultánea el virus, el vector y el huésped susceptible.
Este mosquito es el mismo que trasmite el dengue y el chikunguña. Habita en los domicilios y peridomicilios en zonas ubicadas por debajo de los 2.200 msnm.


El virus se transmite por mosquitos del género Aedes, por lo que también se engloba dentro de los Arbovirus, el virus en primer lugar infecta células (en concreto, las dendríticas) cerca del sitio de la inoculación; luego se extiende a los ganglios linfáticos y a la sangre. El virus se replica dentro de las células en el citoplasma, aunque también se han encontrado componentes del virus dentro del núcleo de las células.
-          Además de la transmisión por la picadura de los mosquitos en zonas tropicales con presencia del virus, podría producirse la transmisión perinatal transplacentaria o durante el parto, si la madre está infectada y tiene presencia del virus en la sangre en ese momento.
-          La transmisión de la infección por transfusiones de sangre podría ser teóricamente posible. En el brote de Zika que se produjo en la Polinesa Francesa entre noviembre de 2013 y febrero de 2014 se encontró virus Zika en la sangre del 3% de los donantes analizados, aun estando asintomáticos.
-          Por último, en el 2011 se describió un posible caso de transmisión sexual del virus Zika. En otro paciente se llegó a aislar el virus en el semen hasta dos semanas después de haberse recuperado de los síntomas de la infección. En el brote actual de América del Sur especificamente Brasi, Colombia y Venezuela se confirmaron casos de probable transmisión sexual.

Los tres últimos modos posibles de transmisión son muy raros. Lo habitual es que la infección se adquiera por la picadura de un mosquito portador del virus en algunas zonas tropicales de África, Asia, Pacífico, Brasil, Colombia y Venezuela.
 
Presenta una evolución benigna,
Los Síntomas aparecen 3 a 12 días después de ser picado por el mosquito
La infección también puede cursar de forma asintomática. 1 de cada 5 personas infectadas con el virus Zika presenta síntomas.


SÍNTOMAS

• Fiebre, que puede ser no muy alta.

• Ojos rojos sin secreción y sin picazón.
• Erupción cutánea con manchas blancas o rojas
Dolor de cabeza, dolor en el cuerpo y articulaciones, prurito (rasquiña), rash (brote), edema (hinchazón) en extremidades inferiores.

• MENOS FRECUENTE: dolor en las articulaciones y dolores musculares, dolor espalda. falta de apetito, vómito, diarrea y dolor abdominal.

Las manifestaciones clínicas graves son muy poco frecuentes comprenden alteraciones del sistema neurológico e inmunológico.


Caso sospechoso:
Paciente que presenta exantema o elevación de temperatura corporal axilar (>37,2 ºC) y uno o más de los siguientes síntomas (que no se explican por otras condiciones médicas):
- Artralgias o mialgias
- Conjuntivitis no purulenta o hiperemia conjuntival
- Cefalea o malestar general

Caso confirmado:
Caso sospechoso con pruebas de laboratorio positivas para la detección específica de virus Zika (ver algoritmo de laboratorio).

 Detección en el laboratorio
En los primeros 5 días tras el establecimiento del cuadro clínico (fase aguda, período virémico) se puede lograr la detección del RNA viral a partir de suero y mediante técnicas moleculares (RT-PCR tiempo real). La detección por PCR para dengue como principal diagnóstico diferencial debería ser negativa. También podría utilizarse un ensayo genérico frente a flavivirus, seguido de secuenciación genética para establecer la etiología específica.
Ante un cuadro clínico sugestivo de la infección, y en donde sea descartado dengue se deberían realizar pruebas para otros flavivirus, incluido el virus Zika.
Los test serológicos (ELISA o neutralización) específicos para detectar IgM o IgG frente a virus Zika pueden ser positivos a partir del día 5-6 tras el establecimiento del cuadro clínico. Es preciso evidenciar aumento del título de anticuerpos en muestras pareadas, con un intervalo de una a dos semanas. Se recomienda la confirmación de los resultados positivos con el PRNT (test de neutralización mediante reducción en placa) evidenciando al menos un aumento de cuatro veces del título de anticuerpos neutralizantes frente a virus Zika. A veces puede haber reactividad cruzada con otros flavivirus, sobre todo con el dengue, y en menor proporción con fiebre amarilla o virus del Nilo Occidental. Esto puede hacer que se vea un aumento de cuatro veces o más del título de anticuerpos neutralizantes contra el dengue, en un paciente con infección por virus Zika, sobre todo si tuvo previamente infección por dengue. Debido a esta reactividad cruzada entre flavivirus los resultados de la serología deben interpretarse con cuidado.

Manejo clínico
No existe un tratamiento antiviral específico para la infección por virus Zika. Se recomienda el tratamiento sintomático tras excluir enfermedades más graves tales como la malaria, el dengue o infecciones bacterianas.
Es importante diferenciar la infección por virus Zika de la producida por el dengue, debido a la posible evolución de este último hacia formas más severas de la enfermedad. Pueden darse casos de co-infección por virus Zika y dengue en el mismo paciente. En comparación con el dengue, la infección por virus Zika ocasiona una clínica más leve, el inicio de la fiebre es más agudo y su duración más corta; y no se han observado casos de choque o hemorragia grave.
Dado que los brotes por virus Zika podrían ocasionar una carga adicional en todos los niveles del sistema de atención sanitaria, es necesario desarrollar e implementar protocolos y planes bien establecidos de cribado y atención a los pacientes.

Tratamiento
No hay vacuna ni tratamiento específico para la fiebre por virus Zika. Por ello el tratamiento se dirige al alivio de los síntomas.

El tratamiento sintomático y de soporte incluye reposo y el uso de acetaminofén o paracetamol para el alivio de la fiebre. También se pueden administrar antihistamínicos para controlar el prurito asociado habitualmente a la erupción maculopapular.

No se aconseja el uso de aspirina debido al riesgo de sangrado y el riesgo de desarrollar síndrome de Reye en niños menores de 12 años de edad. Tampoco se aconseja el uso de otros antiinflamatorios no esteroideos, por si la causa del cuadro clínico fuera dengue o chiikungunya (patologías en las que está contraindicado el uso de AINES).

Se debe aconsejar a los pacientes ingerir abundantes cantidades de líquidos para reponer la depleción por sudoración, vómitos y otras pérdidas insensibles.

La vigilancia de fiebre por virus Zika debe desarrollarse a partir de la vigilancia existente para el dengue y chikungunya, teniendo en cuenta las diferencias en la presentación clínica. Según corresponda a la situación epidemiológica del país, la vigilancia debe estar orientada a (i) detectar la introducción del virus Zika en un área, (ii) monitorear la dispersión de la fiebre por virus Zika una vez introducida y (iii) vigilar la aparición de complicaciones neurológicas y autoinmunes.

En aquellos países sin casos autóctonos de infección por virus Zika se recomienda:
Fortalecer la vigilancia basada en eventos a fin de detectar los primeros casos. En base a la experiencia de Brasil y Colombia, habrá que estar atentos a la aparición de conglomerados de enfermedad febril exantemática de causa desconocida (en la que se ha descartado infección por dengue, chikungunya, sarampión, rubeola, parvovirus B19) y realizar pruebas para la detección de virus Zika.

Se debe tener en cuenta la posible reactividad cruzada con el dengue en las pruebas serológicas, sobre todo si ha habido infección previa por dengue. La detección temprana permitirá la identificación de las cepas virales circulantes, la caracterización adecuada del brote y la implementación de una respuesta proporcionada.




Aislamiento de los pacientes

Para evitar la transmisión a otras personas debe evitarse el contacto del paciente infectado por el virus Zika con mosquitos del género Aedes, al menos durante la primera semana de la enfermedad (fase virémica). Se recomienda la utilización de mosquiteros que pueden o no ser impregnados con insecticida o permanecer en un lugar protegido con mallas antimosquitos. El personal sanitario que atienda a pacientes infectados por virus Zika debe protegerse de las picaduras utilizando repelentes (IR3535 o Icaridina), así como vistiendo manga y pantalón largos.

Medidas de prevención y control
Dentro de las medidas de prevención y control, aquellas que están orientadas a la reducción de la densidad del vector son fundamentales, y si son efectivas, pueden lograr detener la transmisión.

• Para la reducción y eliminación de los criaderos en el intradomicilio y peridomicilio, o sitios como escuelas, hospitales o clínicas, cárceles, iglesias, etc.

Una Estrategia de Gestión Integrada para la prevención y control del dengue (EGI-Dengue) bien articulada brinda las bases para una preparación adecuada frente al virus Zika. En la situación actual recomendamos que se intensifiquen las acciones integrales de prevención y control de las EGI-dengue sobre todo aquellas que apuntan a la:

Participación y colaboración intersectorial, en todos los niveles del gobierno y de los organismos de salud, educación, medio ambiente, desarrollo social y turismo.

Participación de organizaciones no gubernamentales (ONGs) y organizaciones privadas; al mismo tiempo que debe mantener la comunicación y buscar la participación de toda la comunidad.

El control del mosquito es la única medida que puede lograr la interrupción de la transmisión de los virus transmitidos por vectores, tales como dengue, Zika y chikungunya. Por la importancia que reviste el control del vector se detallan a continuación los elementos claves que deben orientar la respuesta.

Manejo integrado de vectores (MIV)
Un control efectivo y operativo del vector transmisor de dengue y chikungunya, brinda las bases técnicas y operacionales para una preparación adecuada frente al virus Zika, debido a que estos virus pueden ser transmitidos por el mismo mosquito, el Aedes. Por ello, se recomienda utilizar e intensificar las acciones para la vigilancia y control vectorial desarrolladas para el dengue y chikugunya en el componente de MIV.
Para asegurar el éxito, es importante contar con la participación y colaboración intersectorial, en todos los niveles del gobierno y del sector salud, educación, medio ambiente, desarrollo social y turismo, entre otros. El manejo integrado de vectores también se apoya en la participación de ONG y organizaciones privadas; y debe mantener la comunicación y buscar la participación de toda la comunidad. Es importante ofrecer información clara y de calidad acerca de esas enfermedades a través de los medios de comunicación.
Dada la alta infestación por Ae. aegypti y la presencia del Ae. albopictus en la Región, se recomienda que las medidas de prevención y control sean orientadas a reducir la densidad del vector, con la aceptación y colaboración de la población local en la adopción de dichas medidas.


Por ello las autoridades deberían:
Fortalecer las acciones de ordenamiento ambiental, principalmente la eliminación de criaderos del vector en cada domicilio y en áreas comunes de los barrios y ciudades (parques, escuelas, cementerios, etc.).

Organizar campañas de saneamiento intensivo para la eliminación de criaderos en zonas específicas donde se haya interrumpido la recolección regular de basura.

Aplicar medidas para el control de criaderos con la utilización de métodos físicos, biológicos y químicos, en las que participen activamente la familia y la comunidad.

Determinar las zonas de alto riesgo de transmisión (estratificación de riesgo) y dar prioridad a aquellas donde existan concentraciones de personas (escuelas, terminales de transporte, hospitales, centros de salud, etc.). En esas instalaciones deberá eliminarse la presencia del mosquito en un radio de al menos 400 metros a la redonda.

En zonas donde se detecte transmisión activa o casos importados de dengue, chikungunya o virus Zika, se sugiere utilizar tratamiento adulticida (principalmente a través de fumigación), para eliminar los mosquitos adultos infectados y cortar la transmisión. Esta es una medida de carácter excepcional y solo es eficaz cuando la aplica personal debidamente capacitado y con las orientaciones técnicas internacionalmente aceptadas; este trabajo se llevará a cabo con otras medidas, como las descritas anteriormente. La fumigación es la principal intervención para interrumpir la transmisión y permite ganar tiempo para consolidar las actividades de eliminación de criaderos de larvas.

Elegir el insecticida apropiado (siguiendo las recomendaciones de OPS/OMS), verificar su etiqueta y formulación y tener en cuenta la susceptibilidad de las poblaciones de mosquito a ese insecticida.

Mantener el equipo de fumigación en buen funcionamiento y utilizarlo adecuadamente y contar con reserva de insecticidas.

Garantizar la supervisión (control de calidad) del trabajo de campo de los operarios, tanto durante el tratamiento antilarvario como en el de mosquitos adultos (fumigación).
La aplicación integral (simultánea o coordinada) de las medidas de control del vector en espacio y tiempo (control adulticida y larvario, por personal entrenado, aunado a las acciones de saneamiento y el impulso de las acciones comunitarias), es esencial para lograr un impacto mayor y en el menor tiempo posible.
Es más que importante que el personal involucrado en las acciones de control químico utilice, sin excepciones, el equipo de protección personal apropiado para esta actividad. Es responsabilidad de los programas de control de vectores suministrar estos equipos a su personal, hacer auditoria de su uso, y tener reservas suficientes almacenadas en condiciones apropiadas.

Medidas de prevención personal
Es importante reducir al mínimo el contacto del vector con los pacientes infectados con dengue, chikungunya o virus Zika. La aplicación de esta medida ayuda prevenir la diseminación del virus y por ende de la enfermedad. Es necesario educar al paciente, a otros miembros del hogar y a la comunidad acerca del riesgo de transmisión y las medidas para disminuir la población de vectores y el contacto entre el vector y las personas.
Se reiteran a continuación las siguientes medidas para reducir al mínimo el contacto del vector con los pacientes:

El paciente debe descansar bajo mosquiteros, ya sea impregnados con insecticida o no.

El paciente, así como otros miembros del hogar, deberán usar ropa que cubra las extremidades.

Los repelentes que contienen Icaridina (DEET o IR3535) se pueden aplicar a la piel expuesta o la ropa de vestir y debe usarse de conformidad estricta con las instrucciones de la etiqueta del producto.

Emplear alambre-malla en puertas y ventanas.

Realizar actividades como:
• Cepillado y lavado de paredes de los tanques de almacenamiento de agua para consumo humano con cloro para eliminar los huevos del mosquito.
• Limpieza de patios mediante recolección de basuras o residuos sólidos que puedan acumular agua lluvia.
• Tapar adecuadamente tanques de almacenamiento de agua para consumo humano.
• Para evitar el contacto con los mosquitos, siga estas recomendaciones:
• Use ropa que cubra la máxima superficie posible de piel.
• Aplique repelentes de mosquitos en la piel expuesta y en la ropa, siguiendo sus instrucciones de uso.
• Utilice mosquiteros o toldillos para proteger a los niños, ancianos y enfermos, o cualquier otra persona que repose durante el día.