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domingo, 19 de octubre de 2014

LEPTOSPIROSIS



LEPTOSPIROSIS

INTRODUCCIÓN

La leptospirosis es una enfermedad infecciosa, de distribución universal, que se transmite de forma natural de los animales al ser humano (zooantroponosis). Afecta a varias especies de animales domésticos y salvajes, y los humanos se pueden infectar por contacto directo con un animal infectado o con un medio ambiente contaminado con el germen. La infección en humanos puede producir cuadros clínicos que van desde solo fiebre hasta la afección de múltiples órganos, causando incluso la muerte.
La leptospirosis es una zoonosis que afecta a muchas especies animales salvajes y domésticas; se han descrito en más de 160 especies. Estos animales constituyen el reservorio (es decir, que el germen se mantiene en ellos) y son la fuente de infección para el ser humano. Las especies salvajes más afectas son los roedores, y los animales domésticos más afectos son los perros y el ganado bovino, equino, ovino y porcino.
Los animales infectados eliminan leptospiras por la orina y los humanos se infectan cuando entran en contacto con estos animales o con las aguas infectadas, especialmente aguas estancadas y terrenos húmedos contaminados con la orina de estos animales.
En la persona infectada, el sistema inmunitario produce anticuerpos frente al serotipo (categoría del microorganismo basada en sus antígenos. Dentro de un mismo tipo de bacteria, también ocurre con las leptospiras, puede haber diferentes serotipos o bacterias con diferentes moléculas en su superficie; estas son las moléculas que el sistema inmunitario detecta como antígenos ajenos al cuerpo de leptospira que ha ocasionado la infección. Es decir, que una persona que padece y se recupera de una infección por leptospira, aunque haya creado anticuerpos frente a esa leptospira, no está protegida frente a posibles infecciones por otras leptospiras con otro serotipo y, por lo tanto, la misma persona no está libre de sufrir otras leptospirosis.

 

ETIOPATOGENIA

Las leptospiras son espiroquetas helicoidales, móviles, espiraladas de 0,11um de ancho, y de 6 a 12um de largo, con extremos en gancho. Son aerobias y sensibles a la acción de agentes ambientales, como la alcalinidad del suelo. Con humedad y temperatura adecuada pueden vivir tres meses o mas.

Se reconocen mas de 200 serotipos, los serotipos mas frecuentes hallados en la infección humana son: Canícola; Icterohaemorrhagiae; Pomona; Autummalis; Grippotyphosa; Hebdominis; Billum y Australis.

Las causas de la leptospirosis son un tipo de bacterias, las leptospiras o bacterias del género Leptospira, que forman parte de la familia Leptospiraceae, que están dentro del orden de bacterias conocido como Spirochaetales. Estas últimas agrupan diferentes bacterias que se parecen en su morfología: son bacterias gramnegativas (es decir, que muestran un aspecto característico con la tinción de Gram), delgadas, con forma de hélice, y miden de 0,1 a 0,5 μm X 5 a 20 μm. El orden Spirochaetales se subdivide en tres familias y en 13 géneros, de los cuales solo tres producen enfermedad en el ser humano; estos tres géneros son Leptospira, Treponema y Borrelia.
Como se ha mencionado, esta clasificación microbiológica solo atiende a las características morfológicas de las bacterias y no al tipo de enfermedad que originan ni a la forma de adquisición de ésta.
Así, están agrupadas dentro de este orden bacterias como, por ejemplo, la responsable de la sífilis, el Treponema pallidum, que se transmite por contacto sexual; o las infecciones causadas por varios tipos de Borrelia, que se transmiten a través de garrapatas o piojos; o las enfermedades causadas por Leptospira que se describen a continuación.
Las leptospiras son unas bacterias delgadas y enroscadas, con un gancho en uno o en ambos extremos. Tienen dos flagelos (como dos hilos) que dan más longitud a la bacteria y sirven para que se mueva. Estas bacterias se pueden cultivar en el laboratorio a partir de muestras obtenidas de los pacientes infectados, es decir, se multiplican si se ponen en los medios y en las condiciones en las que crecen mejor: entre 28 y 30 ºC, y en medios que contengan vitaminas (B1 y B12), sales de amonio y ácidos grasos de cadena larga.
En la naturaleza, las leptospiras pueden sobrevivir bastante tiempo en el agua o en ambientes húmedos y templados, siempre que el pH sea neutro o ligeramente alcalino (es decir, lo contrario a ácido), pero solo se multiplican en el animal que las hospeda.

 

FACTORES DE RIESGO

La leptospirosis es una enfermedad profesional asociada a trabajos en los que se entra en contacto con animales o productos contaminados por estos, por ejemplo, les sucede a veterinarios, ganaderos, trabajadores del campo o del alcantarillado. También, cada vez con mayor frecuencia, se dan casos de infecciones adquiridas como consecuencia de la práctica de actividades recreativas en zonas húmedas tropicales y subtropicales.

Constituye un riesgo ocupacional de los trabajadores de arrozales y de campos de caña de azúcar, granjeros, pescadores, mineros, veterinarios, criadores de animales, trabajadores de lecherías, rastros y alcantarillados, así como personal militar; se presentan brotes en personas expuestas al agua dulce de ríos, arroyos, canales o lagos contaminada por orina de animales domésticos y silvestres, y a la orina y los tejidos de animales infectados. Es un riesgo de las actividades recreativas para los bañistas, deportistas y personas que acampan al aire libre en zonas contaminadas.

Predomina en los varones, por motivos laborales. Al parecer, el riesgo va en aumento en las zonas urbanas, en especial durante las lluvias torrenciales, cuando hay inundaciones.

Las leptospiras penetran en el ser humano a través de una herida en la piel, por pequeña que sea, y a través de las mucosas de los ojos y de la nariz, desde donde pasan fácilmente a la sangre, donde se empiezan a multiplicar, produciendo la primera fase de la enfermedad (leptospiremia o fase febril).

SUSCEPTIBILIDAD
La susceptibilidad humana es general;  (Humanos y animales (bovinos, equinos, caninos, porcinos) se adquiere inmunidad a una serovariedad específica después de la infección o, a veces, de la inmunización, pero quizá no proteja contra la infección por otra serovariedad.

RESERVORIO

Las ratas (icterohaemorrhagie), los cerdos (pomona), el ganado bovino (hardjo), los perros (canicola) y los mapaches (autumnalis)
Otros hospederos animales son roedores silvestres, tejones, ciervos, ardillas, zorros, mofetas y zarigüeyas.

MECANISMO DE TRANSMISIÓN

Contacto de la piel, especialmente si está excoriada, o de las mucosas con tierra húmeda o vegetación contaminada con la orina de animales infectados, o con agua contaminada, contacto directo con la orina o los tejidos de animales infectados; al beber agua o ingerir alimentos contaminados con orina de animales infectados, casi siempre ratas; también, por inhalación de líquidos contaminados en forma de gotitas de aerosol.

PERIODO DE INCUBACIÓN
Por lo general 10 días, con límites de 2 a 30 días.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Se caracterizada por fiebre de inicio súbito, cefalea, escalofríos, dolor muscular (especialmente en miembros inferiores) y congestión conjuntival

También puede producir otras manifestaciones clínicas tales como: fiebre difásica, meningitis, erupciones y enantemas, anemia hemolítica, hemorragia en piel y mucosas, insuficiencia hepatorrenal, ictericia, confusión mental y depresión, miocarditis, afección pulmonar con o sin hemorragia (y hemoptisis).
En las zonas endémicas la mayoría de los casos la infección es asintomática o presentan una afección leve, lo que depende de la serovariedad infectante.
La duración de la enfermedad puede ser hasta de 3 semanas, y muestra dos fases: a) Febril (leptospirémica): del 4º al 9º día, y b) Convalecencia (fase inmune): del 6º al 14º días.
La insuficiencia renal, insuficiencia cardiopulmonar y hemorragia diseminada son las complicaciones que causan la muerte. La tasa de letalidad aumenta conforme la edad es mayor y alcanza hasta un 20% de los pacientes con enfermedad de Weil (ictericia y lesión renal) que no se traten con diálisis.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Por sus manifestaciones clínicas, es necesario hacer diagnóstico diferencial con meningitis, encefalitis, influenza, dengue, hepatitis, fiebre tifoidea, pancreatitis y fiebre amarilla. Una asociación de Leptospirosis y dengue ha sido ampliamente documentada en diferentes regiones del mundo y algunas veces coincidiendo algunas veces con desastres naturales.

PERIODO DE TRANSMISIBILIDAD
Es rara la transmisión directa de persona a persona.
Pueden excretarse Leptospiras con la orina, casi siempre durante un mes, aunque se ha observado leptospiruria en seres humanos y animales hasta por varios meses o años después del cuadro agudo.

 

SÍNTOMAS Y SIGNOS

La infección se puede mostrar de tres maneras:
·                     En la mayoría de los casos, aproximadamente un 90%, se produce una enfermedad leve, sin ictericia (coloración amarillenta de la piel y de las mucosas debida al depósito de bilirrubina en las mismas, causada por la presencia elevada de bilirrubina en la sangre).
·                     En algunos casos, aproximadamente un 15%, la infección pasa desapercibida infección subclínica y solo se puede diagnosticar al analizar los anticuerpos: la persona pasa de no tener anticuerpos frente a leptospiras a tenerlos (seroconversión).
·                     En una minoría de casos –menos del 5%–, se desarrolla una forma grave de la enfermedad, que puede incluso causar la muerte, llamada leptospirosis ictérica o enfermedad de Weil.
La forma típica de la leptospirosis tiene dos fases que, a su vez, coinciden con dos fases de fiebre:
·         La primera fase o septicémica (cuando la leptospira se puede detectar en la sangre) dura entre 4 y 7 días; después, entre los días 7 y 10, la fiebre prácticamente desaparece, y luego la fiebre reaparece en la segunda fase o fase inmune, que puede durar entre 4 y 30 días.
A veces, estas dos fases son indistinguibles: en la forma leve, porque la segunda fase es muy breve o no existe; y en la forma grave, porque las dos fases, septicémica e inmune, se funden, mostrando síntomas y signos muy graves de manera continua. Desde el punto de vista clínico se consideran dos formas de la enfermedad causada por leptospiras: la leptospirosis anictérica (sin ictericia) y la leptospirosis ictérica o enfermedad de Weil.

 

LEPTOSPIROSIS ANICTÉRICA

En la leptospirosis anictérica, la fase febril o leptospiremia es el estadio en el que las leptospiras están por todos los tejidos y por ello los síntomas afectan a todo el cuerpo. Suele empezar de repente con fiebre alta (39 ºC-40 ºC), con dolores musculares y dolor de cabeza muy intenso. Suele haber pérdida del apetito y, a veces, se producen náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. En algunos pacientes hay síntomas pulmonares como dolor en el pecho, tos, expectoración sanguinolenta y mucha dificultad para respirar (síndrome de distrés respiratorio del adulto).
Con menor frecuencia se producen alteraciones neurológicas como delirios, alucinaciones o parálisis de algunos nervios. Una complicación muy poco frecuente pero muy grave es la inflamación de la vesícula biliar sin que haya obstrucción por cálculos de la vía biliar (colecistitis alitiásica). Un signo muy frecuente y característico es que el paciente tiene una conjuntivitis con los ojos rojos (por congestión e incluso hemorragia en la conjuntiva del ojo). Esta fase suele durar de 4 a 9 días, que es cuando se producen los anticuerpos contra la leptospira y la aparición de ésta en la orina (fase inmune o leptospiruria).
Después de esta primera fase el 35% de los pacientes se recupera completamente. En el resto de los pacientes, después de unos días sin síntomas, estos reaparecen, comenzando la segunda fase de la enfermedad o fase inmune. En ella, la fiebre, los dolores musculares y los síntomas digestivos son más leves que en la primera fase.
En muchos pacientes (80%-90%) se produce una meningitis aséptica, lo que significa que en el líquido cefalorraquídeo del paciente no se detecta la bacteria, pero sí hay inflamación de las meninges; esta reacción meníngea puede durar unos días, hasta dos semanas. Con poca frecuencia puede haber afecciones más graves del sistema nervioso. En esta fase puede aparecer un enrojecimiento de las piernas concretamente a la altura de las espinillas, lo que se denomina “fiebre pretibial” y también una miocarditis (inflamación del músculo del corazón), que en general no tiene ninguna trascendencia.

 


LEPTOSPIROSIS ICTÉRICA O ENFERMEDAD DE WEIL

La otra forma clínica, la forma grave, es la leptospirosis ictérica o enfermedad de Weil, que puede ser causada por diferentes serotipos leptospiras con diferentes antígenos, pero la más frecuente es la Leptospira interrogans serotipo icterohaemorrhagie. Comienza de manera similar a la forma leve, pero después de 4-7 días empiezan los síntomas graves: la fiebre continua, la ictericia, las hemorragias, la insuficiencia renal, la miocarditis, las alteraciones de conciencia, la anemia (disminución de la cantidad de glóbulos rojos en la sangre) y la trombocitopenia (disminución de la cantidad de plaquetas en la sangre).
La ictericia es el dato que alerta de la forma grave de la enfermedad ya que, sin ictericia, la enfermedad no es mortal, pero con ictericia sí puede serlo. La ictericia se acompaña de aumento del tamaño y, a veces, dolor del hígado; también puede haber aumento del bazo. En los pacientes con ictericia grave son más frecuentes las alteraciones renales, el colapso cardiovascular y las hemorragias. Estas últimas se presentan como sangrados nasales (epistaxis), de los pulmones (hemoptisis), gastrointestinales y en la piel (lesiones purpúricas), entre otros.

 

DIAGNÓSTICO

Se basa principalmente en la detección de leptospiras o de anticuerpos frente a las leptospiras en la sangre del paciente. Durante la primera fase, llamada leptospiremia o fase febril, se pueden detectar las leptospiras en la sangre, en el líquido cefalorraquídeo (líquido que existe en el interior del cerebro y de la médula espinal) y en la mayoría de los tejidos del cuerpo.

Los anticuerpos frente a las leptospiras aparecen varios días después de su penetración en la sangre, aproximadamente entre 5 y 7 días después, y se pueden detectar mediante técnicas de laboratorio. La presencia de estos anticuerpos sirve para el diagnóstico de la fase inmune. A partir de este momento, el sistema inmunitario, a través de estos anticuerpos, lucha contra las leptospiras hasta que las bacterias dejan de detectarse en la sangre y empiezan a eliminarse por la orina. Este estadio se denomina fase de leptospiruria, (es decir, leptospiras en la orina) y puede durar semanas o meses.
Como la concentración de leptospiras en la sangre, la orina y el líquido cefalorraquídeo puede ser baja, cuando se sospecha leptospirosis es necesario recoger varias muestras del paciente. Estas muestras pueden cultivarse en medios especiales para leptospira y, después de multiplicarse, se pueden ver mediante un tipo de microscopía denominada de campo oscuro. Pero estas técnicas son complicadas y, en ocasiones, se necesita un tiempo largo para ver el resultado. Por ello, la mayoría de los laboratorios no tratan de cultivar las leptospiras y se centran en la detección de los anticuerpos frente a leptospiras.
La prueba de detección de anticuerpos más usada es la aglutinación microscópica o MAT (microscopic agglutination test), que consiste en mezclar el suero del paciente con leptospiras una mezcla de diferentes serotipos de leptospiras y posteriormente se examina en el microscopio la aglutinación (debida a la agrupación de los antígenos de la superficie de las leptospiras con los anticuerpos del paciente). Estos anticuerpos, llamados aglutinantes, se detectan en la sangre del paciente a partir de los días 5-7 de la enfermedad y se siguen detectando muchos años después.
Debido a que la MAT se realiza con microorganismos vivos, no todos los laboratorios la hacen y utilizan otras técnicas de detección de anticuerpos como ELISA o la aglutinación en portaobjetos, menos sensibles y específicas, que sirven para un primer cribado; después, los casos positivos se tienen que confirmar con la prueba MAT en un laboratorio de referencia.
Además de las pruebas que sirven para la detección de manera indirecta (anticuerpos) o directa (microscopía) de las leptospiras, hay otras pruebas de laboratorio que sirven para conocer las alteraciones ocasionadas por la enfermedad. Dichas alteraciones sirven para realizar un diagnóstico de sospecha y la evaluación de la afección de los órganos y son, por ejemplo, la elevación de la bilirrubina conjugada en la sangre –la ictericia es causada por el depósito de ésta en la piel y en las mucosas y está relacionada con la afección del hígado–, las cifras de transaminasas están elevadas pero no suelen ser superiores a cinco veces el valor normal, puede haber muchas alteraciones bioquímicas en la orina, así como anormalidad en las cifras de leucocitos, plaquetas y glóbulos rojos.

 

DIAGNÓSTICO EPIDEMIOLÓGICO

Los verdaderos reservorios de la infección son los animales que tienen leptospiruria prolongada y generalmente no sufren ellos la enfermedad, siendo los múridos (ratas y ratones) ejemplos fehacientes de albergar icterohemorragiae y rara vez sufrir lesiones.
Los perros podrían tener una importancia epidemiológica similar debido a su estrecha relación con el hombre. Cada serovars tiene su o sus huéspedes animales, pero cada animal puede ser huésped de uno o varios serovars. El conocimiento de las variables relacionadas con la adquisión de la infección en los animales tiene gran importancia para el diseño de políticas de control a nivel local.
La vía más común es la directa, por medio del agua, suelo y alimentos contaminados por orina de animales infectados.
La transmisión interhumana resulta rara y excepcionalmente ha ocurrido a través del coito. Sin embargo, cuando ocurre en una gestante puede producirse la infección fetal por la vía transplacentaria, lo que da lugar a abortos, prematuridad, y muy raras veces a formas congénitas de la enfermedad. El hombre es huésped accidental, y sólo en condiciones muy especiales puede contribuir a mantener un brote epidémico.
Los grupos de mayor riesgo son los hombres jóvenes. Las personas que trabajan con ganado están expuestas a la orina de los animales, al igual que los trabajadores de arrozales, pues los roedores infectan los campos. Los cañeros igualmente constituyen otro grupo de alto riesgo, conjuntamente con los trabajadores del alcantarillado, los mineros, los plomeros, los veterinarios, los empelados de mataderos, los militares, y en condiciones accidentales, los bañistas, los excursionistas expuestos a agua dulce y manipuladores de pescado.
El actual deterioro de las condiciones higienicosanitarias debido a la difícil situación socioeconómica, unido a la tendencia y crianza de los animales en zonas urbanas y suburbanas sin cultura para estos cuidados, han constituido condiciones favorables para la explosión epizoótica y epidemiológica en estas zonas.
La no identificación de estos como nuevos grupos de riesgo, y la no inmunización de ellos, los hace más vulnerables a esta entidad y ha originado que la morbilidad y la mortalidad se inclinen hacia jubilados, amas de casa y otras ocupaciones que, después del cumplimiento de su jornada laboral, se dedican a estas labores. Es sobre estos nuevos grupos de riesgo donde se deben centrar todas las acciones educativas, la dispensarización y aplicación de la inmunización antileptospirósica para intervenir y modificar el cuadro epidemiológico.

 

DIAGNÓSTICO CLÍNICO

Es de curso bifásicoy se caracteriza por una fase bacteriémica o septicémica que desarrolla un cuadro infeccioso agudo durante 7 a 10 días; y otra fase llamada leptospirúrica o inmune que se prolonga desde semanas a algunos meses.
Las manifestaciones clínicas son variables y presentan diferentes grados de severidad. La gravedad depende de las variedades serológicas de que se trate. Numerosos casos transcurren de forma inaparente, y en las zonas de leptospirosis endémica, la mayor parte de las infecciones no se manifiestan por signos clínicos, o son demasiado leves como para diagnosticarse de manera definitoria.

 

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO

En nuestro país el diagnóstico de laboratorio se realiza fundamentalmente por la técnica de hemoglutinación pasiva que tiene una sensibilidad del 92 % y una especificidad de 95%, es rápida y de bajo costo, detectándose IgM a través de ella, lo cual permite el diagnóstico de las infecciones recientes.
También se efectúa por la hemólisis pasiva que es más sensible que la anterior, pero más complicada; además por la microaglutinación que no es realizada en todos los laboratorios, pues requiere de cultivo de leptospira.
Durante la primera fase de la enfermedad, el paciente aún no ha elevado los títulos de anticuerpos. A partir de los 6 ó 7 días es que comienzan a incrementarse, por lo que el diagnóstico se realiza observando las leptospiras en sangre en los primeros 7 días, o en el líquido cefalorraquídeo entre el 4to. y 10mo. días por microscopia del campo oscuro, tomándose las muestras para realizar el cultivo del microorganismo que dura días o semanas.
En la segunda fase, el diagnóstico se confirma observando la leptospira en la orina al microscopio de campo oscuro, lo que se dificulta por la acidez de la orina en el hombre que no permite la supervivencia del microorganismo. (Cruz Acosta Ana M. Diagnóstico de la leptospirosis en Ciudad de La Habana.
Serológicamente se diagnostica por el suero pareado. El primero debe ser tomado en los primeros 7 días de la infección, y la segunda muestra a los 10 ó 15 días de la primera. Si ésta es negativa o de título bajo y la segunda acusa un aumento apreciable de 4 veces o más por encima, el diagnóstico es evidente.
 
TRATAMIENTO
El tratamiento de la leptospirosis es la penicilina por vía intravenosa. En los casos de alergia a la penicilina se emplea otro antibiótico, la doxiciclina, también intravenosa. También es útil el tratamiento profiláctico con doxicilina en las personas que han tenido una exposición de riesgo, es decir, en las que cabe la posibilidad de que se hayan infectado con leptospiras.
La leptospirosis no suele ser mortal y el pronóstico, en general, es bueno. Los datos de mal pronóstico son la edad avanzada y la ictericia, la trombocitopenia y la insuficiencia renal. Una vez superada la enfermedad, no suele dejar, en general, ninguna lesión residual.
El tratamiento que a continuación se señala es el nombrado por el Programa Nacional de Control de la Leptospirosis Humana. Siempre se indicará de inmediato, y en correspondencia al estado que presente el caso en el momento de su ingreso.

Esquema de tratamiento de casos graves:
En adultos: Administrar en las primeras 72h, 10 millones de UI de penicilina cristalina por vía EV en dosis fraccionadas cada 4 ó 6 h.
Continuar posteriormente con penicilina rapilenta 1 millón de UI por vía IM cada 6 h durante 7 días.

En niños: Se seguirá igual esquema que en adultos, pero utilizando solamente 50 000 a 10 000 UI de penicilina cristalina.

Esquema de tratamiento para casos benignos:
En adultos: Admistrar 1 millón de penicilina cristalina cada 6h durante las primeras 72h y continuar posteriormente con 1 millón de UI de penicilina rapilenta cada 12h durante 7 días.

En niños: Se aplicará el mismo esquema y las mismas dosis establecidas para casos graves.

Esquema para cada caso de alergia a la penicilina:
En adultos: Se administran 500 g de tetraciclina por vía oral cada 6h durante 7 días.

En niños mayores de 7 años: Se indicará de igual forma que en adultos, pero a razón de 25 a 40 mg/kg de peso.

También se utilizarán otros tratamientos:
Doxicilina 100 mg por vía oral 2 veces al día durante 7 días.
Cefalosporina 1g por vía EV cada 4h durante las primeras 72h, y continuar posteriormente con 1 g diario por vía IM durante 7 días.

Embarazadas: Amoxicilina 500 mg VO cada 6 horas. Claritromicina 500 mg cada 12 horas
No usar Doxiciclina
Todos los regímenes usados serán por 7 días
Quimioprofilaxis
Se usara únicamente si la investigación epidemiológica evidencia una fuerte exposición a una fuente común para Leptospirosis
Doxiciclina 200 mg VO 1 vez por semana por 2 semanas

MANEJO HOSPITALARIO
Medidas generales:
Control de signos vitales y oximetría
Balance hídrico y diuresis
Hidratación
Administración de terapia antibiótica y acetamínofen
Hemograma
Pruebas de función renal, hepática y de coagulación
Punción lumbar si hay signos meníngeos
Rayos X
Electrocardiograma
Toma de muestras para confirmación diagnóstica (ELISA - MAT y PCR)


PREVENCIÓN

En cuanto a la prevención de la leptospirosis, en general, la erradicación de esta enfermedad es difícil, debido a que está bastante extendida en los animales domésticos y salvajes. Pero la vacunación de las mascotas y del ganado sí reduce la incidencia de la leptospirosis en estos animales, lo que resulta en una reducción del riesgo que corren los humanos próximos a ellos.
Acciones como el control sanitario de animales importados, el drenaje de los terrenos, las medidas de protección individual en el campo, la mecanización de la siega, junto con la construcción de establos y edificios a prueba de roedores, reducen la incidencia de leptospirosis en los seres humanos.


PROMOCION DE LA SALUD
Las acciones de promoción de la salud deben realizarse en todos los ámbitos y estar apoyadas en las siguientes estrategias:
a) educación en salud,
b). comunicación en salud
c) Organización comunitaria y participación social.

El equipo multidisciplinario de los establecimientos que conforman el
Consultorio Medico Popular deben realizar actividades de educación para la salud de forma continua y permanente, basado principalmente en los modelos educativos siguiente:
“Patio Limpio”,
“Negociación de Prácticas Mejoradas”
“La Casa del Agua Saludable”,
“Estrategia Educativa Comunicación para el Impacto Conductual”
“Seguridad en sí mismo Asociación con otros, Reacción con ingenio, Acción y Reflexión”
Información, educación y comunicación

Acciones educativas ante la sospecha o confirmación de caso.
Los equipos multidisciplinario de los CMP, deben desarrollar actividades educativas sobre la enfermedad en particular, las medidas preventivas sobre los mecanismos de transmisión, medidas de protección y control del vector responsable de la enfermedad; dichas acciones deben incluir a la persona, familia y comunidad.

Organización comunitaria.
Los establecimientos de salud con sus respectivas redes integrales e integradas deben conformar a nivel comunitario comités de salud y coordinar de forma permanente acciones de promoción, prevención, vigilancia y control de la enfermedad

Participación social
Los equipos multidisciplinario de los CMP, deben realizar permanentemente acciones de promoción de la salud y abordar las enfermedades transmitidas por vectores en coordinación con instituciones públicas y privadas, gobiernos locales, la comunidad y otros actores sociales.

Diseño y Elaboración de material educativo.
El diseño y elaboración de los mensajes escritos, televisivos, radiales, ilustraciones y audiovisuales relacionados con la enfermedad